miércoles, 22 de marzo de 2023

¿SEGURO AGRARIO "CATASTRÓFICO"??

Es un sistema regulado por la Ley 26702, "general del sistema financiero y del sistema de seguros y orgánica de la Superintendencia de Banca y Seguros". Se trata del llamado "Seguro Agrario Catastrófico". Lo supe hace apenas unos tres o cuatro días. Sirve, según leo por ahí, para dar un apoyo económico ("indemnización"') a los productores agrarios más pobres ubicados en las zonas rurales, con el objeto de que puedan mantener a sus familias "hasta que sus tierras recuperen su capacidad productiva". ¿Saben una cosa? Al leer el nombrecito este dado al seguro en mención, no pude evitar el sentimiento de pavor que me causó. Así como lo leen: un seguro "catastrófico". Como no era para menos, lo que ocurrió fue que me surgieron algunas, creo que necesarias (¿o acaso ingenuas?), interrogantes; estas: ¿Un seguro contra incendios, sería válido que se llamara "seguro incendiario"? ¿Sería "seguro mortal", si fuera para afrontar situaciones de muerte en las familias? ¿Y a un profesional especializado en casos de distrofia muscular, lo llamaríamos médico "distrófico"? Todo eso sería completamente absurdo, realmente. "Seguro catastrófico" ¡Ay, caracho! ¿A quién se le habría ocurrido tal cosa? Seguro que, "proactivos", los encargados de "chantarle" la denominación quisieron un nombre rotundo que evite el uso de "palabras prescindibles": no decir, por ejemplo, "seguro contra catástrofes"; y así, probablemente con "asesoramiento" previo, encontraron el nombre preciso "Seguro catastrófico". Y, por cierto, no me sorprendería que antes de clavarle semejante adjetivo, el asesoramiento haya sido dado por algún lingüista y este, más rápido que apurado, les mostró lo que dice el Diccionario, en la entrada correspondiente: "Catastrófico. Adj. Perteneciente o relativo a una catástrofe". Con esto, es obvio que quedaron convencidos. ¿Este seguro está relacionado con una catástrofe? La respuesta tuvo que ser al unísono: "¡Sí!" Y el lingüista asesor, ¡satisfecho! Pero no contaron con que había un cholo terco que, tarde o temprano, iba a aparecer con sus quisquillosos observaciones. Es cierto, la primera acepción de "catastrófico" que aparece en el Diccionario expresa que este adjetivo es "perteneciente" o "relativo" a una catástrofe. Pero, en primer lugar, un seguro no "pertenece" a una catástrofe (o forma parte de ella); un seguro busca aliviar, en algunas personas, los efectos de un hecho catastrófico (un inundación, un sismo, etc.). ¿El seguro es relativo, es decir, está relacionado con una catástrofe? Podríamos decir que sí, porque el dinero que se desembolsa en dicho sistema se da debido a un hecho nefasto; sin embargo, esto no hace que ese seguro sea "catastrófico" ¿Saben por qué? Porque "catastrofico" es aquello que genera una catástrofe y, como sabemos, un seguro no es causante de huaicos, de incendios, de sequías, etc. ¿Algún lingüista querrá decirme que el adjetivo "catastrófico" no necesariamente o no siempre se refiere a eso, a la generación de catástrofes? Pues, antes que me lo diga le daré mi respuesta. "Catastrofico" es un adjetivo formado por dos componentes: una raíz, "catastrof" (referido a "catástrofe") y el sufijo o elemento compositivo "-'fico" cuyo significado en este caso es "que hace, o produce o convierte en" (como también, por ejemplo, "hipertrófico", "atrófico", “distrófico”); ya lo dije: "catastrófico" es lo que produce o genera una catástrofe", y no lo que pretende enfrentarla o contrarrestar sus efectos. La relación del adjetivo "catastrófico" con el sustantivo "catástrofe" es una relación de causalidad. El nombre dado al seguro que, como dije al principio, busca dar un apoyo económico a los productores agrarios más pobres ubicados en las zonas rurales cuyas tierras han sido afectadas por algún desastre, es simple y llanamente, un gigante despropósito o, como habría dicho don Marco Aurelio Denegri, es una barbaridad. Sí, repito finalmente, "catastrófico" es un adjetivo perteneciente o relativo a una catástrofe, pero esa pertenencia o relación tiene que ver con la generación de catástrofes y, en consecuencia, nada tiene que ver con lo que es un seguro cuyo fin, como sabemos, es atender, como en este caso, económicamente a las víctimas de hechos desastrosos. Lo único, y estrictamente apropiado, que debieron hacer los encargados de la entidad correspondiente, es poner este nombre: "Seguro Agrario contra Catástrofes", y punto. ¡Un abrazo, amigos!

 

© Bernardo Rafael Álvarez


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