En el Perú sí son sinónimos, debido al uso
(amo y juez en cuestiones de lengua). La lengua, los significados de las
palabras, no están sometidos solo a las etimologías ni a los diccionarios,
menos a las academias. Onomástico es (según el "sagrado" DLE) "el día en que
una persona celebra su santo". Originalmente esto (el "santo")
se refería al nombre del personaje católico que correspondía al nombre de la
persona "que celebra". Con el tiempo esto se ha extendido (por el
uso, repito) a los cumpleaños, sea o no el nombre del "cumpleañero"
coincidente con el que aparece en el santoral. Y, más, ahora y desde hace ya
muchos años, santo también es el cumpleaños ("¡Viva el santo de Juan
Pérez!", se dice). Onomástico, también: mi santo, onomástico, cumpleaños o
natalicio es el 12 de noviembre, acepte o no como sinónimos el DLE o el Fundéu.
Aquí en el Perú, repito, son sinónimos: eso lo ha impuesto -como debe ser- el
uso. Finalmente esto: sinónimo no es, digamos, una categoría
"académica"; ninguna academia manda en el modo de hablar ni de crear
o eliminar palabras, o de asignar o modificar significados; esa autoridad la
tiene el pueblo, la gente de a pie. ¿Gasfitero qué era al principio y en otros
lugares? No era el que reparaba instalaciones de agua potable; ahora sí lo es.
¿Nos castigará la Academia por esta "lisura"? ¡Un abrazo!
(17 de enero del 2019)
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