¿El vocablo "misio" llegarà a
caer en desuso, ante la aparición de "chihuàn"?
El desuso de una palabra o la pérdida de
su significado se da (voy a decirlo a la manera de Acuña 😊 ) por la falta de
uso.
El adjetivo y también sustantivo
"misio" está bastante generalizado; ya se impuso. Es usado por
diversos sectores de la sociedad peruana, desde hace bastante tiempo: es un
peruanismo legítimo. Es muy difícil que caiga en desuso.
"Chihuán" se está convirtiendo,
por ahora, solo en su sinónimo.
"Estoy aguja", por ejemplo,
persiste; pero, claro, débilmente; no muchos lo emplean.
Yo intuyo (veremos si me equivoco) que más fácil será que desaparezca (o disminuya su uso) la palabreja "chihuán", como sinónimo de "misio"; esto, cuando todos se olviden de Leyla, la congresista cuyo apellido le dio origen; porque, al menos hasta ahora, ese uso tiene una carga sarcástica y medio perversa, en referencia a ella: no es aún un vocablo digamos autónomo, y todavía se da de un modo más bien "juguetón" (juguetón también fue el uso -hace unas dos décadas, más o menos- de "yungay" para referise a los vigilantes o guachimanes, pero no perduró).
En fin, lo que pase con
"chihuán", como sinónimo de "misio", es cosa de adivinos,
de pura futurología.😊 (El tiempo dará la última palabra).
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* "Misio" es un peruanismo
originado como apócope de "misionero", y significa "persona con
carencias económicas, pobre"; esto en alusión a aquellos miembros de la
Iglesia Católica uno de cuyos votos era precisamente la pobreza.
** "Chihuán", proveniente del
apellido de una congresista que cometió una barrabasada al "quejarse"
de que su sueldo no le alcanzaba para "el ritmo de vida" que llevaba,
ha adquirido el mismo significado de "misio" ("persona con carencias
económicas, pobre").
(13 de enero del 2019)
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