Este sustantivo, usado en el mundo de las
editoriales e imprentas, para nombrar a la “impresión de prueba de una
publicación” (y no a los machotes de “Esto es guerra”, reforzados y
“embellecidos” a punta de esteroides anabólicos), es un americanismo cuyo origen
está en la voz “machiotl”, perteneciente al náhuatl (macrolengua que se habla
en México y cuyo autoglotónimo es nāhuatlahtōlli) con el significado de
“comparación”, “ejemplo”, “dechado”. Sabemos que en Costa Rica, El Salvador,
Honduras y Nicaragua, significa “modelo” o “arquetipo” (es decir, “dechado”).
La primera acepción de “arquetipo”, como podemos verlo en el Diccionario de la
Lengua Española (DLE), es “Modelo original y primario en un arte u otra cosa”.
Eso es, precisamente, la impresión de prueba de una publicación: un modelo
original y primario que sirve para tener una idea anticipada de lo que será la
publicación final y, si fuera el caso, para efectuar las correcciones que hagan
falta y que, obviamente, serán las definitivas. Así, con ese significado lo
usamos en el Perú, y así aparece en el Diccionario de Americanismos, pero aún
no en el DLE. ¿Me equivoco? ¡Un abrazo!
(1 de noviembre del 2018)
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