"Estaba el novelista, que se desempeñaba entonces como senador, dando cabezadas en plena sesión parlamentaria cuando el sacerdote Xirinacs le hizo esta pregunta:
-¿Está usted dormido?
A lo que el Nobel le respondió:
-Monseñor, no estoy dormido, estoy durmiendo.
El religioso le replicó:
-Es lo mismo, ¿no?
-No, monseñor, son cosas distintas -explicó don Camilo-: "No es lo mismo estar dormido que estar durmiendo, de la misma manera que no es lo mismo estar jodido que estar jodiendo".
Efectivamente, no es lo mismo estar jodido que estar jodiendo. Pero conviene tener en cuenta lo siguiente: Esa afirmación solo sirvió en la práctica para darle el toque de humor a una, digamos, media verdad. Me explico.
Dije que para el caso de la anécdota (y, claro, para la generalidad de los casos), el verbo "dormir" es intransitivo y por ello, usado como participio o como gerundio significa lo mismo. Pero también se da el carácter transitivo en otras circunstancias, y aquí la cosa cambia. Ejemplo: Cuando un mentalista, como Tony Kamo, está hipnotizando a un personaje en la televisión, es correcto decir que "lo está durmiendo". Y, como es fácil de entender, este verbo en gerundio es completamente diferente a "estar dormido".
La de don Camilo sería, por cierto, una de sus más geniales anécdotas, que las tiene varias, en verdad. Pero es solo una anécdota, nada más; y quien acertó en su afirmación fue el sacerdote Xirinacs, no el escritor.