domingo, 14 de julio de 2019

"FANTASEOSA"


"La visión que los modernistas (...) presentan del indio es más fantaseosa que fundada en la experiencia..." (Mario Vargas Llosa: "La utopía arcaica". Fondo de Cultura Económica, Mexico, 1996).



Bueno, como reza el dicho: al mejor cazador se le escapa la paloma. Aquí, don Mario se equivocó. Probablemente como el verbo es "fantasear" y no "fantasiar", nuestro escritor creyó que era válido escribir "fantaseosa" (y usó la "e" y no la "i").



Lo correcto es escribir, y decir: fantasioso, fantasiosa, que son adjetivos generados por el sustantivo "fantasía".



En ediciones posteriores se hizo la corrección; al menos eso veo en la de Alfaguara, que es la que yo conozco.


¿"LIBRO", EN QUECHUA SERÍA "MAYTU"?*



Traducir es cosa seria, pues. Aquí -a manera de adelanto- unas reflexiones mías, por las que pido disculpas, ya que tal vez resulten osadas e imprudentes (y porque, además, yo no sé nada de quechua):


En el Vocabulario de la Lengua Quechua, de Diego Gonzalez Holguín (1608), aparece lo siguiente (lo transcribo sin variaciones): "Mayttu. Emboltorio, o manojo &c // Mayttuni. Emboluer, liar, o hazer manojo de algo. // Mayttururu maytuyuyu. Emboltorio. Para presentar de fruta o yeruas”.


En Pastaza, "maytu" es la también llamada "patarashca". Y así aparec precisamente en el "Vocabulario Quechua del Pastaza", editado por el Instituto Lingüístico de Verano: "patarashca (una comida de pescado envuelto en hojas)".


En la página PERUEDUCA/ Sistema digital para el Aprendizaje, encuentro la siguiente frase en quechua: "LLamkana maytu: Yupana 1 Pulla yachakushum", traducida al castellano de este modo: "Cuaderno de trabajo Quechua Inkawasi: Matemática 1 Grado". Es decir, "Llamkana maytu" como "cuaderno (o libro) de trabajo".


González Holguín: "Llamccancca, o llanccana. Las obras que se han de hacer". En una palabra: "trabajo".


Como sabemos, antes de la llegada de los españoles, en esta parte del planeta no se conocían los libros y, como tal, era imposible que existiese una palabra en quechua para nombrarlos. Lo que algunos científicos han considerado como sistemas de escritura prehispánicos son los tocapus (figuras geométricas, en tejidos, o pintados en vasijas) y las quilcas (pictogramas, petroglifos o marcas culturales sobre rocas). Pero, repito, no hubo libros propiamente dichos).


Y, en efecto, al no haber, en nuestra lengua nativa, una palabra que los nombrara, al llegar los volúmenes impresos a esta parte del Continente, lo que tuvo que hacerse fue emplear, sin más ni más, el vocablo español. Y así lo registra González Holguín: "Libro escrito de mano. Qquellccascca qquellcaycuscca libro".


Bien. Si quisiéramos -empleando la lengua de los incas- referirnos a ese maravilloso objeto de papel que encierra sobre todo conocimientos, sabiduría, y que nuestros remotos antepasados no conocían, ¿qué tendríamos que hacer? ¿Cómo traduciríamos la palabra “libro” al quechua? Difícil tarea.


No sé a quién se le ha ocurrido (en el Ministerio de Educación o sabe Dios dónde) emplear, por primera vez, el término quechua "maytu" para designar, en la lengua de los incas, al libro o cuaderno (que, en buena cuenta, son lo mismo). Pero yo (aunque sé que lo que voy a decir puede ser cuestionable o, de hecho, cuestionado por algunos) debo decir que a mí me parece acertado el que se haya hecho esa traducción que –creo que es obvio- ha tenido en cuenta lo que es una suerte de analogía entre lo que significa “maytu”, especialmente en el Pastaza (el envoltorio de un alimento, o “una comida de pescado envuelto en hojas”) y lo que esencialmente es un libro: "manojo" o "envoltorio" de conocimientos, de “alimento espiritual”.


¿Debió ser otra la palabra quechua para designar al libro? Probablemente, pero yo no sé cuál. ¿O es que acaso lo más conveniente hubiera sido que ocurriese lo mismo que pasa, por ejemplo, con la palabra “cuerpo” que, según veo en un diccionario (castellano-quechua), está “traducida” como “kwirpu”? ¿O sea, en el caso de “libro”, cambiar solo una vocal, para que se convierta en “libru”, tal vez? Eso (es mi modesta y atrevida opinión) sería de mal gusto.


La Academia Mayor de la Lengua Quechua, de la mano con el Gobierno Regional del Cusco, publicó el año 2005, el DICCIONARIO Quechua-Español.Quechua, título traducido de este modo: QHESWA - ESPAÑOL - QHESWA SIMI TAQE. Es evidente -creo yo- que la traducción del vocablo "diccionario" como "simi taqe", en quechua, se ha hecho tomando por analogía lo que significa "taque" en español: "Troj", que es el "Espacio limitado por tabiques para guardar frutos y especialmente cereales"; que es lo mismo que encontramos en el Vocabulario de González Holguín; "Taqque. la trox de paja sin barro. Taquetaque purini, o taque taquella yr muchos a la par a las parejas o al lado vnos de otros, o en hila derechos, o en ala y no detrás"; y, bueno, también en el referido Diccionario de la Academia Mayor: "taqe. s. Depósito tejido de tallos flexibles entrelazados, de forma rectangular o cilíndrica, utilizado para guardar productos agrícolas". En pocas palabras, Diccionario: "simi taque" como almacén o depósito del idioma, de las palabras palabras, que son alimento. (Se ha hecho, supongo, pensando desde dentro, ¿no?).


(Repito: Me parece acertada la traducción referida, respecto del vocablo libro. Lo hecho por la Academia Mayor de la Lengua Quechua, al nombrar al diccionario como "simi taque", abona a favor de lo dicho. Sin embargo, para evitar confusiones, tal vez hubiera sido mejor que, antes de usar el término "maytu", se hubiesen dado las explicaciones pertinentes, ¿verdad?).
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* Hace unas semanas le prometí escribir sobre este tema a mi amigo Fredy Roncalla, pero ocupaciones y malestares me lo impidieron; hace un rato -al ver que Fredy volvió a tocar el asunto- recordé la promesa, y no me quedó más que coger la Laptop y, apurado, ponerme a escribir.

"A POR ELLOS" ("La expresión de La Resistencia que llega hasta la RAE")


("A por ellos") En realidad, se trata de formas expresivas elípticas (en que se omite -intencionalmente o no- algún elemento útil pero cuya prescindencia no convierte en ininteligible la expresión misma): "Ve a (la cocina) por agua"; "Ve a (la escuela) por tu hermanito"; "¡A (luchar, reclamar...) por ellos!".



Hay, incluso, expresiones a las que podríamos llamar "agramaticales" que son usadas especialmente por los jóvenes; esta, por ejemplo: "Hola, ¿qué haciendo?". Aquí es obvio que lo que se ha eliminado es el verbo "estar" o el "venir": "¿qué estás haciendo?"; "¿qué vienes haciendo?".



Usos, pues. Tal vez a muchos disguste esto pero, caballero nomás, paisanos: son expresiones correctas. 😐😐

¿COLIBRÍ O ERMITAÑO?

Estos científicos japoneses (según dice la nota periodística) afirman que la figura acaso más conocida de las líneas de Nasca, "no representa a un colibrí, sino a un ermitaño". Algo así como si yo dijera esto: "No es una paloma, sino una cuculí". 



¿El ermitaño no es acaso una de las muchísimas especies de colibrí? Sí, lo es. O sea, no hay razones para dejar de seguir, como siempre, llamándole "colibrí" a esa bella figura. 😊😊

lunes, 4 de marzo de 2019

"TODES", "ELLXS", "NIÑ@S"


En la página "BUENA VIBRA", hay un artículo cuyo título es Para la RAE utilizar el lenguaje inclusivo es "innecesario", acerca del cual hice este comentario:

Efectivamente, como dice la RAE, "el masculino gramatical funciona como término inclusivo en referencia a colectivos mixtos, o en contextos inespecíficos". Cierto. Es que se trata (y así ha sido siempre) de eso, nada más: de un masculino "gramatical" y no de un masculino "sexual". Entiendan bien, "revolucionarios antimperialistas del lenguaje" (es decir, "enemigos del macho"): el decir, por ejemplo, "todos los niños" no atenta contra la sexualidad femenina; el clítoris no va a convertirse en pene. El "todos" es absolutamente inclusivo, porque incluye a varones, mujeres y a transgéneros, etc. 

Es absurdo e innecesario proponer (como quieren algunas afiebradas "oenegés" y otras ramas) la "e" como reemplazo de la "a" y la "o", y decir "todes". Y más absurdo, torpe, infantil y hasta medio desquiciado, es usar "@" y también "x", como grafías "inclusivas". 

La lengua no solo es un instrumento escrito, una estampa para verla, mirarla o admirarla; si está escrita, hay que leerla y también pronunciarla oralmente, hablarla. ¿Cómo, díganme heroicos adalides del "inclusivismo", deben sonar expresiones como estas: "todxs", "niñ@s"? ¿Habrá que retorcer, tal vez, los labios y la lengua de un modo medio monstruoso o caricaturesco a ver si así sale un sonido que "satisfaga" a "todos, todas y todes"? La unión de estas dos consonantes "dx" no tiene sonido específico o, mejor dicho, identificable (no es como, por ejemplo, son los dígrafos "ll", "ch" o "rr"); mucho menos lo tiene el signo de arroba (@). Entonces, pues, como dicen los mexicanos, "no manchen", queridos "cheguevaras" tardíos y desenfocados. El suelo aún está parejo; no quieran barbecharlo inútilmente si no tienen buena semilla para sembrar. 

En fin, el tiempo y las aguas lo dirán. En estas cosas no hay -por lo menos no ahora- nada que pueda -con eficacia- oponerse a lo que vaya a ocurrir en el futuro con la lengua: el uso -no la imposición de "oenegés”, academias o gobiernos- será, como ha sido siempre, lo que decida. Por ahora, solo se exponen opiniones y lo de la RAE y lo mío solo son eso: opiniones. 

Si quieren seguir usando estas pintorescas y descabelladas novedades posmodernas, háganlo: nadie puede prohibirles. Si, tarde o temprano, el llamado "lenguaje inclusivo" llega a imponerse, pues se impondrá, y su uso, entonces, será válido y legítimo; la legitimidad (lo he dicho siempre) la otorgan -recuérdenlo bien- los hablantes y no las instituciones académicas. 

Conclusión: Lingüísticamente hablando, no hay razones valederas para cuestionar el llamado "lenguaje inclusivo", ni menos para rechazarlo (la lingüística no está para dictar directivas, órdenes o consignas, ni menos prohibiciones): el uso es la única autoridad que decide la permanencia o desaparición de las expresiones y los modos cómo nos expresamos; nadie más, ni la RAE. 

Pero, claro, nadie puede impedir nuestras opiniones personales; y, por cierto, la opinión mía es la siguiente: Las formas propuestas (y que algunos quisieran imponer) como expresión de  "lenguaje exclusivo" (estas, por ejemplo: todxs", "niñ@s") no son más que reverendas pachotadas (aberraciones, en realidad) que, ojalá,  pronto lleguen a desaparecer. Para gusto ya está bueno, ya.

¡Un abrazo! Ah, y, por favor, no vayan a enfadarse conmigo, amigas, amigos (¿y "amigues"?).

 (28 de febrero del 2019)

¿CÓMO SE REPRESENTA LITERALMENTE EL AULLIDO DE UN PERRO?




No existe norma escrita que indique cómo representar literalmente los aullidos o aúllos. Un aullido es -según lo define el Diccionario de la Lengua Española (DLE), la "Voz triste y prolongada del lobo, el perro y otros animales". Es un alarido en que, como podemos darnos cuenta al escuchar a un perro (cuando, según dicen, anuncia alguna muerte 😊 ), son notorios los sonidos que en nuestro idioma corresponden a  la "a" y la "u", y la mayor fuerza recae en la segunda vocal mencionada (la "u"), lo que da lugar a la siguiente expresión sonora: "aú", y es así, en principio, como debería formarse la onomatopeya. Sin embargo, debido a que -como bien dice el DLE- esta voz o alarido se da como un sonido prolongado, es dable también (valiéndonos de la legítima arbitrariedad) alargar la representación escrita, encerrándola entre signos de exclamación, porque se trata en buena cuenta de una interjección onomatopéyica, con acento en la "u" pues estamos ante una voz bisílaba aguda: "¡Aúuuu!" (recuérdese, además, que al aullido también se le conoce como "aúllo", y ya ven dónde está la tilde). La onomatopeya que no llevaría tilde (porque es un monosílabo prolongado, un diptongo) es el alarido que una persona emite cuando, por ejemplo, se golpea en el dedo con un martillo: "¡Auuu!". Es mi modesta pero firme opinión. ¡Un abrazo!

(29 de enero del 2019)


CUMPLEAÑOS, ONOMÁSTICO, SANTO, NATALICIO. SINÓNIMOS.


En el Perú sí son sinónimos, debido al uso (amo y juez en cuestiones de lengua). La lengua, los significados de las palabras, no están sometidos solo a las etimologías ni a los diccionarios, menos a las academias. Onomástico es (según el "sagrado" DLE) "el día en que una persona celebra su santo". Originalmente esto (el "santo") se refería al nombre del personaje católico que correspondía al nombre de la persona "que celebra". Con el tiempo esto se ha extendido (por el uso, repito) a los cumpleaños, sea o no el nombre del "cumpleañero" coincidente con el que aparece en el santoral. Y, más, ahora y desde hace ya muchos años, santo también es el cumpleaños ("¡Viva el santo de Juan Pérez!", se dice). Onomástico, también: mi santo, onomástico, cumpleaños o natalicio es el 12 de noviembre, acepte o no como sinónimos el DLE o el Fundéu. Aquí en el Perú, repito, son sinónimos: eso lo ha impuesto -como debe ser- el uso. Finalmente esto: sinónimo no es, digamos, una categoría "académica"; ninguna academia manda en el modo de hablar ni de crear o eliminar palabras, o de asignar o modificar significados; esa autoridad la tiene el pueblo, la gente de a pie. ¿Gasfitero qué era al principio y en otros lugares? No era el que reparaba instalaciones de agua potable; ahora sí lo es. ¿Nos castigará la Academia por esta "lisura"? ¡Un abrazo!
(17 de enero del 2019)

MISIO* / CHIHUÁN**




¿El vocablo "misio" llegarà a caer en desuso, ante la aparición de "chihuàn"?

El desuso de una palabra o la pérdida de su significado se da (voy a decirlo a la manera de Acuña 😊 ) por la falta de uso.

El adjetivo y también sustantivo "misio" está bastante generalizado; ya se impuso. Es usado por diversos sectores de la sociedad peruana, desde hace bastante tiempo: es un peruanismo legítimo. Es muy difícil que caiga en desuso.

"Chihuán" se está convirtiendo, por ahora, solo en su sinónimo.

"Estoy aguja", por ejemplo, persiste; pero, claro, débilmente; no muchos lo emplean.


Yo intuyo (veremos si me equivoco) que más fácil será que desaparezca (o disminuya su uso) la palabreja "chihuán", como sinónimo de "misio"; esto, cuando todos se olviden de Leyla, la congresista cuyo apellido le dio origen; porque, al menos hasta ahora, ese uso tiene una carga sarcástica y medio perversa, en referencia a ella: no es aún un vocablo digamos autónomo, y todavía se da de un modo más bien "juguetón" (juguetón también fue el uso -hace unas dos décadas, más o menos- de "yungay" para referise a los vigilantes o guachimanes, pero no perduró).

En fin, lo que pase con "chihuán", como sinónimo de "misio", es cosa de adivinos, de pura futurología.😊 (El tiempo dará la última palabra).

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* "Misio" es un peruanismo originado como apócope de "misionero", y significa "persona con carencias económicas, pobre"; esto en alusión a aquellos miembros de la Iglesia Católica uno de cuyos votos era precisamente la pobreza.

** "Chihuán", proveniente del apellido de una congresista que cometió una barrabasada al "quejarse" de que su sueldo no le alcanzaba para "el ritmo de vida" que llevaba, ha adquirido el mismo significado de "misio" ("persona con carencias económicas, pobre").
(13 de enero del 2019)

HIPOCORÍSTICO ÚNICO (Con nombre propio).

Hay hipocorísticos válidos para distintos, para muchos nombres: Carlitos, Pedrito, Rosita, Gimenita, Alfonsito, etc.; o, como en Pallasca: Paulinasha, Pedrasho, Mariasha, cholasho, etc.

Sin embargo, en Pallasca se da una forma que, si no me equivoco, no puede usarse más que con dos nombres, (Bernardo y Eduardo): Beinaido y Eduaido ( si algún paisano mío conoce otros, por favor que me avise; se lo agradeceré mucho).

Hay también un caso que, creo estar seguro, se da solo y exclusivamente para mi nombre (es el hipocorístico que usaba mi inolvidable primo Panchaso, y hace poco me lo recordó Igor, mi hijo; pero, claro, no era mi primo el único que me lo decía); me refiero a Beñaño. Yo soy Beñaño, pues; claro, también Beinaido o, mejor dicho, Beinaidito).

(Es -disculpen la emoción- entrañable para mí. Y, ¿saben una cosa, me siento contento y orgulloso. ¡Un hipocorístico auténticamente pallasquino, y que me recordará siempre a mi Panchasho, mi lindo primo Panchín).
                           (9 de enero del 2019)

MARROCAS*




¿Es una palabra perteneciente a la jerga delincuencial y, por ello, de uso "no recomendable" por la gente culta? Hay quienes creen que sí. Yo no.

No es una palabra digamos reprobable. El uso del sustantivo "marrocas" no es incorrecto. Ni menos indigno ni pecaminoso. El que su origen (repito: su origen, no su "pertenencia") esté en los bajos fondos, concretamente en el mundo delincuencial, no lo convierte digamos en un vocablo vil. Forma parte de la lengua culta (es decir, es empleado por profesionales e intelectuales, y también por los "incultos".

Me dicen que en lugar de "marrocas: es preferible usar la palabra "esposas". No. Ningún vocablo, mientras su sinónimo no sea ofensivo o digamos malsonante o con significado dudoso, es estrictamente "preferible". Que cada persona decida usar el vocablo que guste es otra cosa. ¿Por qué "esposas" sería preferible y "marrocas" deleznable? No hay razón válida.

Ah, otra cosa. En nuestro país no es jerga ni replana, pudo haberlo sido antes (sé que en el lunfardo -Argentina- también significa "cadena de oro"), hoy ya no. En el Diccionario de la Lengua Española, aparece como peruanismo: sinónimo de esposas (manilla de metal). Ni siquiera aparece con la marca "coloquial". Es un peruanismo culto, pues. No interesa que doña Martha no lo haya incluido en su libro; ella no establece el canon. Es decir, como habría dicho Pepe Vásquez: está claríiiiiiiiito. 😊😊😊

Ah, para rematar el asunto de la lengua culta: ¿Acaso, por ejemplo, las lisuras son ajenas a ella? No. Incluso hay vocablos "incorrectos" que están en ese nivel. ¿Hace falta un ejemplo? Aquí va: "querramos". Hasta doña Martha lo acepta como tal (Cf. El Habla Culta, o lo que debiera serlo).

(Pero como sé que no todos van a estar de acuerdo, planteo esta interrogante: ¿Y si le cambiamos de nombre y en vez de "marrocas" le ponemos "suegras", para que no colisione con "esposas"? 😊😊😊😊)

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* Esta nota nació de una discusión, en Facebook, acerca del tema.



ATEMPERAR

Es una palabrita medio engañosa que, de hecho, a más de una persona puede confundir. Parece, pero no es lo mismo que "medir la temperatura", o -figuradamente- "ver cómo andan las cosas". Es, más bien, moderar, calmar, templar; en otras palabras, hacer que la temperatura o los ánimos bajen, que se reduzca la excitación y, digamos, lograr que la situación sea tolerable. Es lo mismo que "temperar": piscina temperada (una piscina con la temperatura controlada).

(2 de noviembre del 2018)

MACHOTE


Este sustantivo, usado en el mundo de las editoriales e imprentas, para nombrar a la “impresión de prueba de una publicación” (y no a los machotes de “Esto es guerra”, reforzados y “embellecidos” a punta de esteroides anabólicos), es un americanismo cuyo origen está en la voz “machiotl”, perteneciente al náhuatl (macrolengua que se habla en México y cuyo autoglotónimo es nāhuatlahtōlli) con el significado de “comparación”, “ejemplo”, “dechado”. Sabemos que en Costa Rica, El Salvador, Honduras y Nicaragua, significa “modelo” o “arquetipo” (es decir, “dechado”). La primera acepción de “arquetipo”, como podemos verlo en el Diccionario de la Lengua Española (DLE), es “Modelo original y primario en un arte u otra cosa”. Eso es, precisamente, la impresión de prueba de una publicación: un modelo original y primario que sirve para tener una idea anticipada de lo que será la publicación final y, si fuera el caso, para efectuar las correcciones que hagan falta y que, obviamente, serán las definitivas. Así, con ese significado lo usamos en el Perú, y así aparece en el Diccionario de Americanismos, pero aún no en el DLE. ¿Me equivoco? ¡Un abrazo!

(1 de noviembre del 2018)

LA TILDE Y EL REFERÉNDUM


La cédula que se empleará el día del Referéndum Nacional es la que aquí aparece. Como se ve, hay cuatro recuadros en cada uno de los cuales aparece el monosílabo "SI" que, evidentemente, los que lo pusieron quieren que se lea como "SÍ". Pero no, no es lo mismo.
Un "SI" sin tilde no es lo mismo que un "SÍ" con tilde. El primero es una conjunción que "Denota condición en virtud de la cual un concepto depende de otro u otros" (DLE), pero dicho o escrito así, aisladamente, no dice absolutamente nada; se entiende cuando aparece formando parte de una frase, como esta: "Si llegas el lunes, llegarás a tiempo". Es decir, literalmente, en la cédula no representa la opción afirmativa; si usted marca ese monosílabo no está diciendo "Sí, estoy de acuerdo". Falta, pues,la tilde.
Un amigo expresa esta inquietud: "¿No es que acaso cuando las palabras están escritas en mayúsculas no se las tilda?
Mi respuesta: No es. Era. Era lo que se creía antes. Una letra, por ser mayúscula, no se convierte, digamos, en "más sonora" que otra; no adquiere acentuación automática o, dicho de otro modo, el tamaño mayor de una letra no reemplaza al signo ortográfico llamado tilde; su acento debe necesariamente ser representado por la tilde (necesariamente, no a elección del usuario). En la cédula lo correcto era poner "SÍ", y no "SI".
Felizmente, para tranquilidad de nuestros leídos burócratas, la verdad es que, así, incluso con errores ortográficos, todo el mundo sabe qué es lo que se quiere decir. O sea, aunque resulte de mal gusto, hay que decir que el suelo todavía está parejo. (Yo solo digo, nada más😆😆 )
(15 de octubre del 2018)

ESPECTAR

ESPECTAR. ¿Existe el verbo "espectar? Claro que existe (lo que se usa existe, ¿no?), pero no está en el Diccionario. ¿Son pocos los que emplean este verbo? Tal vez sea usado en muchos lugares (yo no lo sé); si esto es así, algún día la RAE tendrá que incorporarlo. Es evidente que este verbo ha nacido a partir de "espectador", por una razón que a la Academia hasta ahora probablemente no le interesa: "espectador es la persona que especta", es decir, quien especta realiza la acción de espectar (como quien corre realiza la acción de correr y es corredor; quien conduce realiza la acción de conducir y es conductor; quien lee realiza la acción de leer y es lector; quien admira realiza la acción de admirar y es admirador...); o más precisamente de "espectáculo", que proviene del latín "spectacūlum" que, a su vez, deriva de "spectāre" cuyo significado es precisamente "contemplar". Repito, si la RAE llega a tener información fidedigna de que "espectar" es un verbo de uso extendido, podrá algún día incorporarlo al Diccionario (tal vez, para comenzar, como peruanismo, por ejemplo). Esta es la razón básica por la que son incorporadas (incorporadas, no "admitidas") nuevas palabras o nuevos significados al Diccionario de la Lengua Española (DLE), y no porque la docta corporación matritense ponga en evaluación la necesidad o inutilidad de la palabra, tampoco porque considere razones digamos "morales"; es el uso el que manda. ¡Un abrazo!
(30 de julio del 2018)

"VIVENCIAR"


"Vivencia" es un sustantivo, respecto del cual en el Diccionario de la Lengua Española (DLE) encontramos lo siguiente: "Experiencia que se tiene de algo (Al volver del viaje, nos contó sus vivencias)./ Hecho de vivir o experimentar algo (La vivencia DE ser madre ha marcado su desarrollo personal). / Hecho de vivir o estar vivo (Certificado de vivencia). Existe también el adjetivo "vivencial" (Perteneciente o relativo a la vivencia).

"Vivencia" es una palabra que apareció hace apenas un siglo. Es un aporte del filosofo español Ortega y Gasset, como su particular traducción del alemán "erlebnis" (experiencia).

En cuanto al sufijo, es una palabra que suena como -entre otras- las siguientes: reverencia (reverenciar), advertencia (advertir), diferencia (diferenciar/diferir),referencia (referenciar/referir), influencia (influenciar/influir),

Como vemos, de "reverencia" se genera únicamente el verbo "reverenciar" y de "advertencia", tenemos el verbo "advertir". Pero con "diferencia" y "referencia" la cosa cambia: en el primer caso se generan dos verbos que tienen significados diferentes (diferenciar es "hacer distinción", y diferir, además de ese significado, es aplazar o retrasar); y, "referencia" da lugar a "referir", o sea "dar a conocer, de palabra o por escrito, un hecho verdadero o ficticio", pero también "referenciar" que es un verbo que no aparece en el DLE, pero existe y significa "Informar o hacer referencia de algo", "dar referencias". El sustantivo "influencia" también genera dos verbos, pero ambos tienen el mismo significado (Influir e influenciar: dicho de una cosa: producir sobre otra ciertos efectos;o de una persona: ejercer predominio, o fuerza moral).

Dije que "referenciar" no aparece en el Diccionario. Bueno, el verbo "influenciar" que sí existe ahora, no aparecía antiguamente. En un diccionario del año 1913, que conservo en mi biblioteca, solo se registra "influir".

Qué significa esto: que "referenciar" en algún momento será asimilado -como corresponde, si es que su uso se generaliza y se impone- por la Academia. Lo mismo, guste o no, ocurrirá con "vivenciar".

Pero de que estos verbos existen, sí, existen. "Referenciar" y "vivenciar", son verbos simplemente legítimos.

La existencia de una palabra no depende de "los glosarios, o diccionarios, o lexicones, o tesauros, o elucidarios, o calepinos, o repertorios, o siete mares, o como quiera llamarlos la "ciencia" de ciertos filólogos nativos" (como decía Goyo Martínez), sino del uso que le den los hablantes de una lengua.

¡Un abrazo!
(14 de julio del 2018)

"MISERERE"


"Miserere".

Me preguntan acerca del significado de "miserere". Aquí mi respuesta: Miserere o, más precisamente, "Miserere mei, Deus" es una composición escrita por el sacerdote italiano Gregorio Allegri (que vivió entre los siglos XVI y XVII), sobre la base del Salmo 50, y cuyo significado en español es: "Ten piedad de mí, oh Dios". "Miserere" significa, como verbo, "apiádate", y como sustantivo es equivalente a "misericordia". No es sinónimo de "miseria", tampoco de "mísero" (tacaño) ni mucho menos de "miserable" (como sinónimo de ruin o canalla). Si se quisiera calificar a alguien como ruin, miserable, canalla, vil, en latín, tendría que llamársele simple y llanamente así: "miser"; si se le dijera "miserere", en lugar de insulto se le estaría, digamos, regalando un elogio. 😆 Ah, pero es bueno tener en cuenta una cosa: Uno, si quiere, puede insultar con cualquier palabra, incluso con loas, siempre que el tono de la expresión ayude en esto, ¿no? 😆 

(El Salmo 50 dice, textualmente, lo siguiente en sus primeras líneas: "Tenme piedad, oh Dios, por tu clemencia, / por tu inmensa ternura borra mi iniquidad. / Oh, lávame más y más de mi pecado, / y de mi falta purificarme.")

"PASEAR"


No solo lo que dice la doctora Hildebrandt (en la nota publicada por El Comercio). "Pasear", en el Perú, también es embromar, "jugar" con alguien, "hacerle creer" aquello que no solo no será, sino que no es. Por ejemplo, cuando alguien ofrece algo a alguien y esto nunca llega a concretarse, o el pago de una deuda que no llega a efectuarse; también, digamos, ocurre en el terreno de los sentimientos, cuando la persona a la que tú quieres finge quererte y dice que te valora y te da oportunidades solo para hacerte sentir bien, hasta que -de pronto, inesperadamente- descubres que eres engañado (o engañada). Así, escucharemos cosas como esta: "Fulana (o fulano) de tal me estaba paseando, mientra yo seguía hecho un (o una) idiota".
(11 de julio del 2018)

UN VIEJO CON OJOS JÓVENES


Denegri (dice en un video): "Hemingway, describiendo al pescador, dice lo siguiente: 'Todo en él era viejo, salvo sus ojos y estos tenían el color mismo del mar y eran alegres e invictos'. Un viejo con ojos jóvenes, ¡absurdo!. Los viejos con ojos jóvenes no existen!". ¡Absurdo, don Marco Aurelio! Sí existen viejos con los ojos jóvenes, y no solo en la literatura, que es una manera de ver digamos ennoblecida; también los hay en la realidad palpable, y no solo con ojos jóvenes sino también con ojos de niño. Ahora, respecto de la novela de Hemingway diré lo siguiente: estoy convencido de que usted la ha leído como quien lee un libro de anatomía (o de oftalmología). No, señor, una novela es literatura y, en gran medida, poesía (y usted de poesía creo que sabe poco, o se hace el que sabe poco). Esto me recuerda a un señor que, en un evento cultural, dijo hace algunos años, que era un error (o "absurdo" habría dicho don Marco Aurelio) aquello que Neruda dice en "Poema 20": "...y TIRITAN, azules, los astros, a lo lejos"; "los astros no tiritan, los astros titilan", dijo el señor. Es que leer poesía es cosa seria, pues.

(8 de julio del 2018)

¿EL PARTICIPIO ACTIVO DEL VERBO SER ES "ENTE"?

En la página "El Club de los libros perdidos", hay un artículo con el título Sobre ignorantes e ignorantas: carta de una profesora con acertadísima y lapidaria frase final, acerca del cual redacté este comentario:


1) Hay algunas verdades en el texto del enlace. Se dice, claro, "capilla ardiente", y sería absurdo decir "ardienta". También era absurdo, durante mucho tiempo, decir "presidenta", pues lo único correcto era "presidente". Eso ¿por qué?, porque estos adjetivos se forman con un sufijo cuyo significado es "que ejecuta la acción expresada por la base". Es decir, para ser más explícito, en el adjetivo "ardiente", la base es "ard" (de "arder") y en "presidente" es "presid" (de "presidir"); la acción expresada por esas bases (arder, presidir) se da al agregar el sufijo en cuestión, lo que da lugar a: ardiente, presidente. Es decir, “ente” (en esto de que hablamos) es solo un sufijo (cuya función es formar adjetivos deverbales) y no, como equivocadamente se dice en la nota, el “participio activo” del verbo ser

 

2) Pero hay un "ente", que no es sufijo, y que tiene, digamos, "autonomía semántica". "Ente" es un sustantivo: "Lo que es, existe o puede existir" (en filosofía); también es sinónimo de "entidad". Aquí solo un ejemplo de su uso, para que sea fácil de entender: El ente regulador del transporte terrestre y de carga, en el Perú, es la SUTRAN. 


3) Ahora, respecto de lo que es correcto o incorrecto, debo decir lo siguiente: La corrección/incorrección, en temas de la lengua se da, no precisamente por el acatamiento o la infracción de determinadas normas académicas o cosas por el estilo, sino por la aceptación de los usuarios; en otras palabras, por la imposición del uso. En el caso de "presidente", por ejemplo, se ha generalizado e impuesto el uso de la forma femenina "presidenta" y, como corresponde, así ha sido asimilado por la Academia y así aparece en el Diccionario. Una presidencia puede ser ejercida por un varón o por una mujer, es decir, se da lo masculino y lo femenino; no ocurre (porque sería absurdo) con capilla, pues allí no se da la dualidad masculino/femenino y por eso resulta descabellado proponer lo de "ardienta". 


4) A mí, como a muchos, me disgustan las nuevas formas que los movimientos feministas promueven y tratan de imponer con aquello del "lenguaje inclusivo"; pero si lograran su cometido, caballero nomás, tarde o temprano probablemente terminaríán sumándose (incluso lo de "ignorantas") a las voces que aparecen en los "glosarios, o diccionarios, o lexicones, o tesauros, o elucidarios, o calepinos, o repertorios, o siete mares, o como quiera llamarlos la "ciencia" de ciertos filólogos nativos" (Goyo Martínez dixit: "Entre Jocundo y Jofaina").

 

5) ¿"Ente" es participio activo del verbo "ser"? No. ¿Acaso del verbo "ver" es "vente"? Ente, en todo caso, podría ser  participio activo de un verbo que se escribiría así: "er"; pero es obvio que hasta un chiquillo nos diría -y estaría en lo cierto-: "Pero, tío, ese verbo no existe, pe". De "ser", el participio activo debería ser, en todo caso, "sente" o "esente", pero tampoco lo son; sin embargo hubo uno parecido, que dejó de usarse hace muchísimo tiempo. ¿Saben cuál? Los estudios de lingüística histórica nos dan la información. Este: "eseyente". Pero nunca ha sido, y menos lo es ahora,  "ente". 


6) ¿Vieron que acabo de poner cursivas en "sido"? Claro. Lo he hecho porque ese es el participio, el único, del verbo ser; es una forma no personal, con que se efectúa, por ejemplo, la conjugación en pretérito perfecto: "he sido".

 

           ¡Un abrazo!

 

QUECHUA, ¿EL ÚNICO IDIOMA "CENTRADO EN EL OTRO"?


Según una página de Internet (Revista virtualPerú Folklórico), “Luego de al menos 10 años de estudio, el antropólogo estadounidense Bruce Mannheim develó que el idioma quechua está enfocado en el prójimo, a diferencia, por ejemplo del español, que tiene un tinte egocéntrico”.

Aquí mi comentario:

1) Dice el antropólogo: "El frívolo "hola", como saludo en Español, no existe en el Quechua, sino el "Allillanchu" ("¿estás bien?") que sí denota interés por el estado del otro, esto refleja la naturaleza afectiva del Quechua y así también del hombre andino."

Veamos: En Español hay el "hola" -que no es frívolo-, que usualmente va unido al "¿cómo estás". Es decir, también hay el "interés por el estado del otro", ¿o no? Pero, además, existe el "buenos días" que no solo expresa el interés por el otro sino, sobre todo, el deseo de que esté bien, que todo le vaya bien durante el día en que se da el saludo y en los que vengan. 

2) Dice el antropólogo: "Adiós o chau", parecen no existir en Quechua sino un "tinkunanchiskama" (hasta que nos volvamos a ver), que denota el deseo de volver a encontrarse en un futuro con la otra persona.

Veamos: En Español hay el "adiós" (cuyo significado equivale, en realidad, a un "que Dios te cuide") y el "chau", pero también el "Nos vemos" y el "Hasta pronto" que, obvio, "denotan el deseo de volver a encontrarse". ¿O no?

3) La no existencia de una expresión  como "adiós" en una lengua no es ningún mérito, ni tiene que hacernos pensar que por ello esa lengua es mejor que otras. En el castellan, repito, existe 'adiós", pero también chau, hasta luego, hasta mañana, hasta la próxima, hasta la vista, nos vemos, cuídate, Dios te bendiga, etc. ¿Debemos decir, por ello, que el Castellano es superior al quechua? No. Solamente son lenguas diferentes. Todos los idiomas tienen básicamente una finalidad: comunicar, y comunicar (por su raíz) es una palabra que significa hacer comunidad, juntar y no alejar. Y en el trato diario podemos despedirnos para siempre (sin retorno) pero también -y con frecuencia- podemos despedirnos con la promesa de reencontrarnos. 

4) Otra cosa: si yo digo que en determinada lengua no existen cierta palabra, lo que estoy haciendo no es resaltar un mérito, sino señalar una carencia. De ese modo, no se le hace un favor, pues.

5) Al bondadoso antropólogo norteamericano yo le recomendaría que trate de ser objetivo, y que no busque solo congraciarse. No es bueno falsear la realidad solo por querer ser complacientes.

6) Concluyo: No hay, señor, un idioma único "centrado en el otro". Todos "se centran" en el uno y en el otro, porque precisamente sirven para esto: para comunicarnos (hacer comunidad de ideas, de sentimientos, etc.); no hay idiomas "egoístas" unos, y "solidarios" otros. Todos sirven para lo mismo: tienen, digamos, voluntad comunitaria. 

                                                                                                                           © Bernardo Rafael Álvarez