domingo, 1 de junio de 2014

¿ES PALABRA DE DIOS?

 El noveno "Mandamiento de la Ley de Dios" decía: "No desearás la mujer de tu prójimo". Aparentemente, Dios había metido la pata al prohibir tal cosa, y por ello sus comisarios sobre la tierra tuvieron la genial idea (no sé si -como ocurrió con Moisés- estos también fueron inspirados por el Poder Divino), de proponer, exponer o imponer una suerte de "fe de errata" y redactaron esto: "No consentirás pensamientos ni deseos impuros". De acuerdo, los deseos -sean buenos o malos- no pueden ser prohibidos sino, tal vez, controlados o reprimidos personal e íntimamente (y no por mandato externo) para que no terminen ocasionando actos o consecuencias reprobables, porque los deseos no son movidos por la razón; y, claro, por ello es dable entender que resultó un acierto la eliminación de aquel "Mandamiento", digamos desubicado. Pero, ahora viene la cosa, ¿cuáles serían, atendiendo a la novísima prohibición, algunos de los pensamientos o deseos "impuros"? O, de otro modo, ¿hay pensamientos y deseos puros y también pensamientos y deseos impuros? ¿Cuáles estarían poblados de elementos o sustancias contaminantes o adulterantes, y cuáles, a su vez, serían los "químicamente" puros? 

VERBA

Dice el Diccionario de la Lengua Española (DLE): «(del fr. verve) Labia, locuacidad». Y don Manuel Seco, en su muy útil Diccionario de Dudas y Dificultades explica lo siguiente: «En algunos países americanos se ha adoptado en la forma verba el francés verve, que corresponde al español vena o inspiración: "Una verba rústica y vigorosa sonaba en el fondo de esta raza de labriegos y de pastores" (Arreola, trad. Baty-Chavance, Arte, 56); "A la nueva... le soltó por fin una confidencia con la verba florida de sus mejores años" (García Márquez, Amor, 468)».

¿Del francés? ¿Hemos adoptado una palabra francesa, aparentemente solo por su sonido, para ser usada aquí con significado distinto del que tiene es su lengua de origen? Absurdo, sencillamente absurdo: el francés verve significa «brío, que es gallardía, energía, pujanza).

La expresión "verba" que, como afirma el académico Seco, usamos los de este Continente, en realidad nada tiene que ver con el francés verve. Su origen, en verdad, está más allá, en el latín, y en nada se relaciona con «vena o inspiración». Verba es, más bien, el plural de verbum. Y verbum significa, simple y llanamente, «palabra», y es con ese nada complicado significado que lo usamos en América, pero, claro, en plural; y, como sabemos, el plural de verbum es verba.

En lo que sí acierta la Academia es en esto: verba es equivalente a labia o locuacidad (labia: verbosidad; locuacidad: de locuaz, «que habla mucho"). Así, por ejemplo, decimos «Novissima verba», para referirnos a las últimas palabras (y no a la «vena o inspiración», y menos al «brío» de una persona) dichas por personajes como Sócrates, poco antes de morir: «Critón, no te olvides, le debemos un gallo a Asclepio».  

 

UNA ACEITADA

UNA ACEITADA. ¿Recuerdan la frasecita aquella de "don Bieto", o Alberto Quimper, con la que aseguraba que "aceitando" a un funcionario era posible lograrlo todo? Todos creíamos que eso de "aceitar" era una invención suya, aunque, claro, por la fama que adquirió gracias al uso que le dio este personaje involucrado en el caso de los "petroaudios", podríamos asumirla como suya. Pero la verdad es que viene desde mucho antes y se usaba en otros paises, como Argentina, Cuba, Honduras y Uruguay. Sinónimo de sobornar es, digamos, untar; es decir, "aceitar'. Si no me creen, lean esto: "así no había autoridad real y la autoridad era venal porque la compañía bananera con cualquier propina que les diera, con solo untarles la mano, era dueña de la justicia y del poder en general" (García Márquez: La novela en América Latina, diálogos con Vargas Llosa).


"EN CASO NO SE..."

 Repetidamente se escucha en los noticieros y otros programas de la televisión peruana decir frases como esta: "En caso no se resuelvan sus reclamos, radicalizarán las medidas de fuerza". No, señores: no deben ser obviadas la preposición "de" ni la conjunción "que". Ergo, la forma correcta es esta: "En caso de que...". Por si hay dudas, he aquí lo que dice el Diccionario Panhispánico de Dudas: "3. en (el) caso de. Locución que introduce la condición necesaria para que se verifique lo expresado en la oración principal. Va seguida de un nombre de acción, un infinitivo o una subordinada precedida de que. En el habla esmerada, no debe omitirse la preposición de (→ queísmo, 1e): «Es posible un envío simbólico de tropas en caso que Vietnam lo solicite» (Clarín [Arg.] 21.2.79); debió decirse en caso de que. Con el mismo sentido existe la locución caso de: «Caso de que no esté esperando la visita de alguien, ¿no le importaría que la cambiáramos a una habitación individual?» (MtnGaite Nubosidad [Esp. 1992]); tampoco aquí puede suprimirse la preposición." También, si lo desean, pueden consultar el Diccionario de Dudas y Dificultades de Manuel seco. 

¿EVACÚAN O EVACUAN?



"Evacúan 4 mil Km de costa chilena por terremoto de 8,3". Esto es lo que pone El Comercio en su portada. Y otros rebotan la información poniendo "Evacuan...". ¿Cuál de las dos es la forma correcta de escribir el indicativo en tercera persona del verbo evacuar? El DRAE dice lo siguiente: "conjug. actual c. averiguar". Es decir, la conjugación actual es como averiguar: ellos averiguan; ellos evacuan. Felizmente no dice que debe conjugarse de esa manera y solo da testimonio de que actualmente (en gran parte de los pueblos hispanoparlantes) esa es la forma como se conjuga el verbo de marras. Lo que pone el decano del periodismo nacional corresponde, obviamente, a la forma como escribimos y pronunciamos los peruanos. Ambas formas (evacúan/evacuan) son, pues, las correctas. Los que dicen y escriben "adecuan", lo hacen de la misma manera como se conjugan los verbos averiguar y fraguar, y los que decimos y escribimos "adecúan" lo hacemos de la misma manera como se conjugan los verbos situar y actuar.