viernes, 15 de octubre de 2021

"CERCA DE" / "CERCA A"

¿Cuál de estas dos formas vale: “cerca de”, o cerca a”? La más usada es la primera, en que, como se ve, inmediatamente después del adverbio “cerca” va la preposición de. Se trata de una locución preposicional cuyo significado (que se encuentra definido con precisión en el Diccionario de la Lengua Española, DLE) es “En un punto próximo a”. Por ejemplo, decir «La ciudad de Casma está cerca de Chimbote», es lo mismo que decir «La ciudad de Casma está próxima a Chimbote». Lo contrario (semánticamente, digo; o sea, en cuanto a su significado), se da con el adverbio “lejos”: “lejos de” sería lo mismo que “apartado de” o “distante de”. ¿Se podría decir “lejos a”? No, no, y no, porque sería descabellado; y lo mismo ocurriría con “distante a” o “apartado a”, que también son formas incorrectas. ¿Y “cerca a”? Bueno, ya vimos cuál es la definición de “cerca de”, definición dada por el uso y que la Academia recoge en el Diccionario: es “próximo a”; una definición que, como se observa, se comporta también como sinónimo: sinónimo de la locución adverbial y también del adverbio propiamente dicho, es decir: cerca, igual a próximo. Bien. Si decimos -porque es correcto- “próximo a”, ¿por qué no podríamos decir “cerca a”, si en realidad son la misma cosa? ¿Qué nos impide? Nada. ¿Hay alguna norma lingüística, o de otra índole, que justifique el uso exclusivo de la expresión “cerca de”,  y rechace –por presuntamente “incorrecta”- la otra forma (“cerca a”)? No. Lo único que ocurre simplemente es que, según parece, la mayor parte de la población hispanohablante usa la forma antes vista, “cerca de”, y probablemente no son muchos los que dicen “cerca a”, o quizás la Academia no cuenta con la suficiente documentación que acredite cuál es el universo real de los hablantes que emplean esta forma  (pero efectivamente hay quienes la usan y no son pocos, y no sé en cuántos países, además del nuestro en que tal uso es pan de cada día). El Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD), casi siempre acertado, dice una gran verdad respecto del adverbio “cerca”: “Normalmente se construye seguido de un complemento con de que expresa el término de referencia”. Dice “normalmente”, o sea, “usualmente”, “con frecuencia”. No señala que esa sea la forma correcta (o, mejor dicho, la única forma aceptable), solo se refiere al uso que le dan los hablantes, a la preferencia por ese uso. La cuestión viene enseguida, cuando agrega, textualmente, que “(no) debe usarse, en estos casos, la preposición a: «Custodiaban un coche cargado de explosivos cerca a una de las pistas» (Abc [Esp.] 23.8.89)”. Afirma que no debe usarse la forma “cerca a”, “(e)n estos casos”, y después de los dos puntos cita como ejemplo una frase aparecida en un diario español (obviamente como uno de esos “casos” de uso irregular). ¿Qué podemos inferir de esto? Simple y llanamente, que hay otros casos en que  se puede usar la forma "cerca a". Creo que es imposible saber a cuáles casos hace alusión el DPD en esta última parte; pero lo cierto es que no es incorrecto decir cosas como esta: “Estoy viajando a Huaral y ya estoy cerca a la garita de control”. No es la gran mayoría de hispanohablantes la que se expresa de este modo, pero estoy seguro que, al menos en el Perú, son muchos. Usted –legítimamente incrédulo- prefiere confiar en la palabra de las instituciones especializadas, ¿verdad? Bien, ya cité al DPD; ahora acudo al Fundéu (que es la Fundación del Español Urgente, que se dedica, sobre todo, a brindar recomendaciones y atender consultas respecto del uso del idioma español), para ver qué es lo que nos dice. Cito: "El adverbio de lugar cerca (‘en lugar o tiempo próximos’) suele construirse seguido de la preposición de”: con otras palabras, dice lo mismo que el Panhispánico de Dudas (o sea, que es frecuente, normal, el uso de la locución “cerca de”); y agrega: “En los medios de comunicación, sin embargo, es habitual encontrar este adverbio seguido de la preposición a, cerca a”; y, tratando de encontrarle una explicación, asume que puede deberse a un “posible cruce de cerca de cercano a”. Bueno, tanto el Fundéu como el Diccionario Panhispánico de Dudas, saben, pues, y están convencidos, que es el uso la autoridad que legitima estas cosas que tienen que ver con la lengua. CONCLUSIÓN: ¿Cometemos pecado si decimos o seguimos diciendo, como hasta ahora, “cerca a”? Pienso que no, y lo digo con plena convicción. “Cerca de” o “cerca a” son, sí o sí, formas correctas, locuciones preposicionales bien dichas, bien escritas.

 

© Bernardo Rafael Álvarez