miércoles, 13 de septiembre de 2017

¿LOS PERROS LADRAN, SANCHO?



¿Quién no ha escuchado y repetido aquella tan famosa frase que, con algunas variaciones, dice: "Los perros ladran, Sancho; es señal que avanzamos (o cabalgamos)"? Prácticamente todos (yo la conocí cuando comenzaba la secundaria). Y lo hacemos no solo para estimularnos o estimular a algún amigo frente a las críticas de los demás, sino como una demostración de que somos "gente leída" (o sea, cultos) y por ello casi siempre remarcamos: "Como dijo el Quijote:...".

 

Pero la verdad es que esa frase nunca fue dicha, durante sus alucinantes andanzas, por el ingenioso hidalgo que inventó don Miguel de Cervantes Saavedra, es decir, no aparece en ningún renglón de su valiosísima novela; se trata, pues, de una frase que inexplicablemente se la atribuyó al personaje nacido de la imaginación del escritor español: en otras palabras, es una frase apócrifa. 

 

La expresión popular que sí tiene su origen (digamos, documentado) en la novela cervantina es aquella de "no le busques tres pies al gato"; en el capítulo XXII de la primera parte, encontramos esto: "Váyase vuestra merced, señor, Norabuena su camino adelante, y enderécese ese bacín que trae en la cabeza, y no ande buscando tres pies al gato". Pero si de perros se trata, aquí hay otra frase, que también es cervantina, pero que -como respecto de la anterior- a nadie se le ocurre otorgarle los créditos al gran "manco de Lepanto"-; la encontramos en el Capítulo XXXII: "¡A otro perro con ese hueso! -respondió el ventero-".


Bueno, ¿y cómo y cuándo comenzó a ser aceptada por la gente como frase cervantina, aquella de "los perros ladran"? Imposible saberlo. Sin embargo, es altamente probable la hipótesis según la cual se trataría, más bien, de una derivación de lo que escribió Johann Wolfgang von Goethe -el autor de "Fausto"- en uno de sus poemas, de 1808, titulado "Ladrador". Leamos la aludida frase del poema: "Pero sus estridentes ladridos, sólo son señal de que cabalgamos". 


¿No les parece razonable y nada descabellada la hipótesis? 

Yo creo que sí, que es razonable; y por ello me atrevo a dar este imprudente consejo a los leídos lectores: Digan, mejor, que si los perros ladran es porque vamos avanzando en trote, como lo insinuó el gran Goethe.


Aquí el poema del alemán, en español:

 

LADRADOR


En busca de fortuna y de placeres
Más siempre atrás nos ladran,
Ladran con fuerza…
Quisieran los perros del potrero
Por siempre acompañarnos
Pero sus estridentes ladridos
Sólo son señal de que cabalgamos.

 

Y aquí en alemán:

 

 

KLÄFFER


Wir reiten in die Kreuz und Quer
Nach Freuden und Geschäften;
Doch immer kläfft es hinterher
Und billt aus allen Kräften.
So will der Spitz aus unserm Stall
Uns immerfort begleiten,
Und seines Bellens lauter Schall
Beweist nur, daß wir reiten.

 

 

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