domingo, 23 de abril de 2017

¿JERMA O JERMU?

Un amigo lingüista de La Católica me hizo este comentario: "No está bien lo que se hace en nuestro país: decir "jerma", para referirse a la mujer; lo que debiera decirse es -como dicen en Argentina- "jermu", pues esta es la correcta inversión de la palabra". Yo le contesté, sin mayor explicación, que, efectivamente, estaba en lo cierto: la inversión correcta de la palabra mujer es "jermu" y no "jerma". No sé si quedó contento o al menos satisfecho. Pero, bueno, aquí pasaré a dar la explicación que creo es pertinente. 

En el habla popular es muy común el empleo de la jerga o la replana, generalmente como un ejercicio de "economía expresiva" y a veces con propósitos crípticos; lo primero, porque estas expresiones "vulgares" suelen ser muy breves, y lo segundo pues se busca que no todos sepan de qué se está hablando, a qué se alude. 

Hay, entre otros, dos procedimientos en la "invención" de los vocablos "replanescos" o la jerga: una, por analogía fonética (chaufa, para decir chao; zanahoria, por sano; mozaico, por mozo); y dos, por metátesis, o alteración en la ubicación de las sílabas que casi siempre implica inversión de la palabra (lleca, por calle; ñoba, por baño; choborra, por borracho). 

La que ocurre con "jermu", en Argentina, es precisamente esto último: por metátesis, la palabra "mujer" se convirtió, al alterarse la posición de sus sílabas, en "jermu"; es decir, mujer al revés (o en "vesre"). Y, ahora, ¿qué pasó en el Perú?, ¿de dónde salió la "a" final que acabó sacando de su lugar a la "u"? Pues por lo siguiente. Una de las características del signo lingüístico es la arbitrariedad (no hay una ley digamos natural o de otra índole que obligue a que las palabras se construyan de tal o cual manera o que tengan determinado significado; esto solo responde a la voluntad de los hablantes); y por esta arbitrariedad ocurrió que los argentinos solo procedieron a invertir la palabra "mujer" sin alterar nada más, convirtiéndola en "jermu", y los peruanos, en cambio, preferimos poner la "a" al final en lugar de la "u", para lograr que se mantenga lo "femenino" de la palabra generada por metátesis: "jerma". (Hasta se dan casos -en cuanto a analogía fonética- medio "descabellados", pero también legítimos: "cayetano" por "calle", en que la "y" reemplaza al dígrafo "ll"). 

Por lo comentado, resulta absurdo decir que haber convertido en el habla popular peruana la palabra "mujer" en "jerma" está mal o es incorrecto, y que lo hecho en Argentina sí está bien. No. Ambas formas son correctas. En temas de lenguaje, en asuntos del habla, no tienen que cumplirse las leyes de la matemática como esta que dice "el orden de los factores no altera el producto", pues al cambiar el orden de produce una alteración de las formas en casos como estos de que estoy hablando; sin embargo el resultado -su significado- siempre será válido y aceptado porque "así lo quiere el uso, árbitro, juez y dueño en cuestiones de lengua" (Horacio, poeta latino). 

3 comentarios:

  1. Alguien sabe desde cuando y porque usan esta forma de referirse a la mujer? gracias

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  2. Seguro es por decir de cariño y no referirse exactamente a la palabra "Mujer"

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