domingo, 2 de abril de 2017

PUNTUACIÓN A LA CARTA


Un amigo me contó que en la carta de un restaurante encontró un montón de errores de puntuación, y que al hablar sobre el tema con el “jefe de los garzones”, este le contestó que no había problema pues en aquella carta “se dejaba entender lo que se ofrecía”.

Esto es lo que le dije a mi amigo: Le doy toda la razón a ese jefe de garzones.

Mi amigo quiso conocer el porqué de mi afirmación. Aquí mi respuesta:

«Hay, es indudable, una infracción de las “reglas de puntuación”, y esas faltas legítimamente nos causan pavor a quienes conocemos un poquito siquiera de eso. Pero hay que considerar una cosa: En cuestiones referidas al manejo de las lenguas, en su uso, lo principal no es precisamente la "legalidad" (cumplimiento de normas o reglas escritas) sino, digamos, la "legitimidad" (que es un poquito difícil de definir pero que, en líneas generales, tiene que ver con una suerte de consenso que en ciertas circunstancias se da: la aceptación y hasta podríamos decir la "conveniencia" de ciertos comportamientos). Qué quiero decir con esto: En temas de comunicación, si es que el mensaje es comprendido quiere decir que la cosa va bien, que se ha cumplido eficazmente la finalidad del acto comunicativo. Ergo: en ciertas circunstancias, lo horroroso de la mala puntuación es solamente algo pintoresco o "infeliz" pero no de gravedad cataclísmica. Bueno para la anécdota (y acaso también para la indignación de algunos) pero inocuo para el idioma, para la preservación de la lengua. Te cuento: Hace unas dos o tres semanas, un amigo me llamó la atención por una serie de palabras sin tilde que yo había puesto en un post; supongo que él pensó que -a pesar de que tengo mi "Consultorio del idioma”- yo manejaba mal el tema de la acentuación. Tuve que explicarle. La razón estaba en que yo había comenzado a usar un "Smartphone" sin saber cómo se hace para poner las tildes; cuando alguien me indicó cómo se hacía pude volver al terreno de la "legalidad" idiomática 😀. El tema de la puntuación incorrecta y, más que eso, la falta de puntuación ya prácticamente es pan de cada día en los "mensajes de texto" que todo el mundo envía a través de los celulares y, sin embargo, todo el mundo entiende lo que allí en esos medio "patafísicos" textos se dice y en los que, incluso, se colocan emoticones. ¿Diríamos que con los emoticones se daña la comunicación? El doctor Artidoro Cáceres cree que sí (lo escuché en un programa de don Marco Aurelio Denegri). Pero no, la comunicación -el lenguaje- no se daña con esos simpáticos aportes; solo se enriquece».

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