lunes, 30 de octubre de 2023

«CAMBIA, TODO CAMBIA»

Una bella canción que cantaba Mercedes Sosa dice así: «Cambia, todo cambia…». Es verdad, todo cambia. 

¿Y por qué la lengua tendría que ser un organismo anquilosado, un fósil? No lo es, en realidad. Y, como lo he dicho más de una vez y hoy lo vuelvo a decir: la etimología nos da cuenta del origen de las palabras, pero no impone reglas de uso ni semánticas. Veamos las siguientes «curiosidades»:

DOBLE: Proviene de dos. Pero no es solamente «dos veces mayor», ni únicamente hace referencia a dos elementos iguales. En Pallasca, por ejemplo, también significa «resistente, fuerte»: «Esta soga sí que es doble». (cf. Diccionario pallasquino). En el DLE podemos encontrar esto: «Dicho de un tejido y de otras cosas: De más cuerpo que lo sencillo». 

TERCIO: Proviene de tres. En Pallasca, sin embargo, es cada una de las dos mitades de la carga de una acémila, especialmente cuando se trata de alfalfa, leña u otros elementos que pueden ser acarreados en haces» (ver: Diccionario pallasquino). Y algo similar aparece también en el DLE, además de la referencia a «bulto». 

CUARTO: Proviene de cuatro. Pero es, también, un dormitorio y, en general, una habitación en la casa (no la cuarta parte de la vivienda). 

QUINTA: Obvio, de cinco. Y, hace varios siglos, se llamaba así a la quinta parte de un terreno. Pero -como todos sabemos- aquí tenemos una agrupación de viviendas con entrada común y hasta con jardines (como las hay en muchos otros países), llamada Quinta Heeren, que nada tiene que ver con el número cinco. 

QUINTA COLUMNA: También de cinco. En un principio (durante la guerra civil española), esta expresión se refería exactamente a una columna que traicionaba a los propósitos de otras cuatro que sí eran fieles a la resistencia contra los golpistas (o sea, era exactamente la quinta). El empleo de la expresión siempre fue de carácter militar. Ahora hace referencia, genéricamente, a los que apoyan, casi siempre clandestinamente, a los enemigos (y tampoco tiene que ver, en esto, el número cinco). De esta expresión ha surgido el sustantivo "quintacolumnista". 

Y, ahora, dos más para terminar: 

¿Saben qué significa «nada»? Cierto: «inexistencia total». Sin embargo, proviene de la voz latina «nata» cuyo significado es «nacida». ¿Y saben si «jamás», siempre ha sido sinónimo de «nunca»? No, más bien ha sido sinónimo de «siempre»; en latín: «iam magis», que es «ya más». 

(Es acertado, pues, lo que afirma la filóloga española Lola Pons (que, en verdad, debiera, ya, estar en la RAE): «... más allá de la ortografía, sabemos que la lengua es variación, que está viva. Y una lengua que no cambia es una lengua muerta»).

¡Un abrazo, amigos queridos!

 

© Bernardo Rafael Álvarez


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